-
Nuestro estudio sobre datos anonimizados reveló que las personas que se vacunan frente al SARS-CoV-2 durante la fase lútea del ciclo menstrual, experimentan menos alteraciones en su patrón de sangrado.
-
El 11% de las personas que se vacunaron en la fase folicular, en cambio, experimentaron modificaciones de su ciclo menstrual de hasta ocho días.
Ahora, gracias a la participación ciudadana y el trabajo conjunto entre entidades científicas de diferentes ámbitos, se ha descubierto la importancia que puede tener la fase del ciclo menstrual en el momento de la vacunación para minimizar posibles alteraciones en dicho ciclo.
Los resultados de la investigación han concluido que la vacunación en la fase lútea, es decir, después de la ovulación, podría evitar el potencial incremento de la duración del ciclo menstrual, que ha sido la alteración significativa debida a la vacuna más común descubierta hasta la fecha. Este estudio ha sido desarrollado conjuntamente por investigadores del Instituto de Investigación de Inteligencia Artificial (IIIA-CSIC), la Universidad de Ginebra, el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau y la aplicación argentina de seguimiento del ciclo menstrual, APP LUNAR.
A partir de marzo 2021, miles de personas en redes sociales comenzaron a señalar que algo extraño estaba pasando con sus ciclos: aparecían sorpresivamente antes, o después, retornaban en personas supuestamente menopáusicas o traían un volumen o dolor mayores al habitual. A medida que la vacunación se extendía a grupos etarios más jóvenes, estos reportes individuales y subjetivos llegaron a oídos de especialistas. La antropóloga biológica especializada en salud reproductiva Kate Clancy tomó la temática en su cuenta de Twitter.
A pesar de recibir infinidad de confirmaciones de usuarios, no encontró ningún dato al respecto proveniente de los estudios de las farmacéuticas. Así se supo que en los ensayos clínicos de las vacunas no se preguntó a quienes participaron respecto a cambios en la menstruación.

¿Por qué es importante obtener estos datos?
A pesar de que las vacunas COVID están ampliamente recomendadas para mitigar los efectos graves de la enfermedad, es problemático que las personas no sepan de este efecto esperable al vacunarse. La falta de datos condujo a muchas alarmas, preocupaciones y decisiones sin la debida fundamentación. “¿Cuánto sangrado extra es “normal” tras una vacuna, y cuánto no? ¿Cuántos días de atraso son “esperables” en mi ciclo, y cuándo debería hacer una consulta médica para descartar otro fenómeno? ¿Cómo puedo decidir vacunarme si no tengo datos serios de su impacto en mi ciclo menstrual?“
Tomamos la iniciativa
A partir de escuchar estas consultas frecuentemente, programamos una función nueva dentro de sus opciones de trackeo: registrar qué dosis, con qué marca, y en qué país ocurrió la vacunación de quienes desearan informarlo. “Teniendo en nuestro dataset la información anonimizada de más de 160 mil ciclos, nos pareció un aporte fundamental programar esta funcionalidad y lograr una base de datos que cruzara ambas variables: los ciclos menstruales y las vacunas covid de esas personas. Rápidamente encontramos organizaciones que decidieron apoyar nuestra iniciativa, y comenzamos a trabajar en un análisis de los datos”.